El Caribe llegó a Barroquísimo con Umalali

Umalali. Foto: Itzel González Lara/subterraneos

Hipnotizante concepto garífuna
El Caribe llegó a Barroquísimo con Umalali
Itzel González Lara/Subterráneos

*Tenían planeado visitarnos el año pasado pero, por los problemas de la gripe "A" (H1N1) no lo hicieron

* Los discos de Umalali se pueden encontrar en la colección de Putumayo

* Comparten ancestrales relatos de su pueblo por medio de voces, sintiéndose orgullosas del lugar de donde provienen. Gran parte de las composiciones son Andy Palacio

Puebla, Puebla, 18 de abril 2010.Después de la lluvia del pasado sábado 17 de abril, se presentó el grupo Umalali, liderado por mujeres de diferentes países, como: Honduras, Nicaragua, Guatemala y Belice, y los músicos que las acompañan.

La gente buscaba lugares (especialmente en la parte delantera) pues, no se querían perder el espectáculo, aún cuando el clima no era propicio. Empezando con una hora y quince minutos de retraso, según lo marcado en el programa, iniciaron con una melodía suave. Las acompañaban tres guitarras eléctricas en conjunto con dos instrumentos de percusión llamados bombos, mientras que los vocalistas llevaban en sus manos un par de maracas vistiendo de forma semi-tradicional a la etnia centroamericana garífuna.

Entre las canciones, explicaban al público el significado de algunas composiciones, la mayoría son de dolor y tristeza; algunas otras eran historias que describían sus vidas, su experiencia. La mayoría muy rítmicas, aunque hablaban de sufrimiento la melodía no lo era.

8:15 de la noche. Entraban fuertes corrientes de aire al escenario, pero las personas estaban emocionadas, extasiadas con las interpretaciones. Hubo oportunidad de que el público subiera al escenario y se creó una vivencia divertida, acústica y real.

Algunas de sus piezas interpretadas correspondían al género de la "chamchumba", así lo mencionó Sofía, una de las integrantes.

Hicieron también una actuación del sufrimiento y la carga que llevan las mujeres al estar trabajando en casa. El ritmo contagioso logró que cada vez más gente se pusiera de pie y el staff fue invitado a bailar una pieza con las garífunas. El concierto duro dos horas, terminando a las 21:00hrs, otorgando con música caribeña un poco de reflexión.