jueves, 21 de enero de 2010

Escenario y personajes de la Revolución


Escenario y personajes de la Revolución
Raúl Rivera M / Subterráneos

Era la tarde del día 20 de julio de 1923, cuando murió en su coche, alcanzado por 47 balas de pistola, cuando se dirigía a una fiesta familiar en la famosa Ciudad de Parral, tierra donde se había establecido. Con la muerte de Pancho Villa no cerró ningún ciclo ni se hecho a andar un nuevo proyecto de nación, simplemente la enorme familia revolucionaria continuo sus trabajos. Llegaba un día Álvaro Obregón a la rectura del país, cuando al poco tiempo era asesinado para ser sustituido por Elías Calles; éste a la vez era desterrado, llegando a la presidencia Lázaro Cárdenas, y al acabar su sexenio era escindida toda el ala militar del partido oficial para ser sustituidos por políticos de carrera.

Por cerca de 10 años la Revolución Mexicana se condujo desde las trincheras agrarias, con un marcado toque pueblerino, y aunque los ideales agraristas la acompañan, junto con las figuras idealizadas de Zapata y Villa, estos no dejaron de ser meros asaltantes de caminos acompañados por algunos ideólogos, que con el paso del tiempo y la estructuración de un discurso histórico didáctico, se volvieron fieles comparsas del caudillo y creadores algunos de la novela revolucionaria, que dará forma a lo que pensamos de los héroes de la revolución.

Héroes y bandidos
Con la publicación de Los Bandidos de Río Frío de Manuel Payno algunos historiadores colocan a la obra como el marco de los caminos mexicanos, en el que los asaltantes transitaban por sus alrededores y de los que incluso los militares se cuidaban. Con el advenimiento de Porfirio Díaz, la mano dura de sus militares y la administración resanada, estos fueron desapareciendo del mundo Porfirista, en el que las ciudades afrancesadas daban el toque de modernidad al México bárbaro y las haciendas se volvían el núcleo social del entorno agrícola. Pero los asaltantes continuaban deambulando, las ciudades afrancesadas solo lo eran de las fachadas y las haciendas, contrario a la imagen que da el cine mexicano de los cincuentas de los charros cantores, se volvían feudos en los que los medios de producción eran acaparados por los terratenientes y los vasallos dependían de la tienda de raya. Con el tiempo algunos inconformes, delincuentes o víctimas de las injusticias, huían de las haciendas y entraban a formar parte de las bandas de asaltantes. De una forma trágica y romántica lo escribe Georges Bizet en su opera Carmen, en la que Don José mata a uno de sus compañeros de armas y debe huir con los salteadores de caminos. Aunque esta historia es ambientada en España, no deja de ser un fenómeno social propio del siglo XIX. Así el mito fisiocrático de la Revolución Industrial llega a su fin, C’est toi, c’est moi, y la ambivalencia del salteador y el idealista nuevamente surge, en el que maestro o el estudiante universitario lleno de ideales se une a una banda de revoltosos y juntos forman un movimiento revolucionario X.

Escenarios de Revolución
¿Que tendrían en común un Arturo Beltrán Leiva y un Pancho Villa en el mundo posmoderno, que no sea el cliché del bandolero? Por muchos años la delincuencia organizada ha dado una característica a los caminos mexicanos, los retenes son cotidianos, los asaltantes trafican productos ilícitos ¿Alguna diferencia?

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