lunes, 24 de enero de 2011

No a un Consejo de Cultura que dependa de Elba Ester Gordillo


Itzel Sánchez, actriz e integrante del colectivo Acción Directa Autogestiva, en días recientes cuestionó la desaparición de la Secretaría de Cultura a través de una carta abierta. Foto: Wendy Pardo


Colectivos Acción Directa y A Escena Teatro proponen que creadores evalúen organismos culturales

No a un Consejo de Cultura que dependa de Elba Ester Gordillo
Hugo Cabrera

* Un Consejo de Cultura estaría apegado a la SEP, que es la manzana podrida de la nación; reproduce patrones de explotación e ignorancia en el pueblo. Y una Secretaría de Cultura solo piensa en generar políticas económicas y sociales que generen dinero para unos cuantos y fomenta la burocracia

Puebla, Puebla. El rumor generado en torno a la creación de un Consejo de Cultura en lugar de una Secretaría de Cultura, ha provocado la reacción de diversos grupos culturales que han visto la posibilidad de que este Consejo dependa directamente de la Secretaría de Educación Pública. En días recientes, el escritor Gabriel Wolfson publicó una carta en La Jornada de Oriente en donde cita: “El sinsentido de que la institución cultural del estado pudiera quedar en manos de la sep. En un mundo ideal quizá no sonaría disparatado reunir las áreas de cultura y educación, pero me imagino que ni los de plano optimistas piensan a México como un mundo ideal. Y en este mundo no ideal nuestro, caer en manos de la sep –dicho con los términos más concretos que se me ocurren– acarrea el riesgo de caer en manos de la señora Elba Esther Gordillo”.

Otros Colectivos, como A escena Teatro y Acción Directa, han coincidido en señalar que sería un riesgo depender de la SEP. En entrevista, la actriz Itzel Sánchez del Colectivo Acción Directa opinó sobre las implicaciones que esto tendría.

¿Sabrían los creadores como evaluar el trabajo de una Secretaría o un Consejo de Cultura?

—Me parece que las dos tienen figuras jurídicas diferentes, que cada una tiene sus ventajas y desventajas. El problema es que las instituciones no están funcionando, no solo culturalmente, sino gubernamentalmente, los ciudadanos no somos representados. Pienso que en cualquiera de los dos casos perdemos.

“Pensemos en el Consejo, el problema sería que estaría apegado a la SEP, que es la manzana podrida de la nación, que produce patrones de explotación e ignorancia en el pueblo. Y la Secretaría de Cultura solo piensa en generar políticas económicas y sociales que generan dinero para unos cuantos y fomentan la burocracia.

¿Los colectivos tienen ya propuestas que hacer al gobierno de transición?

—No creemos en las instituciones, pero sí creemos que hay que estarlas evaluando y observando, porque manejan recursos que son de todos y que no están llegando a las colonias o municipios. Habría que pedir claridad en los recursos, que todas las convocatorias fueran claras, abiertas y bien difundidas. Que la gente que esté trabajando en estos organismos tuviera que ser gestores formados, concientes del contexto. La Cultura no solo es hacer festivales, hay que atender a comunidades y municipios que están abandonados.

“Tuvimos una reunión con el equipo de transición y nos estaban hablando sobre las comunidades. Nosotros les dijimos que no tenían que contarnos nada, porque siempre hemos trabajado con ellas. Más bien tendrían que escuchar y consultar para que se haga un programa de cultura a largo plazo, porque solo se trabaja en “festivalitos” centralizados en el zócalo o en los complejos culturales. Las colonias están abandonadas y la cultura es mucho más amplia.

¿Qué papel deberían jugar los creadores, ante una Secretaría o un Consejo de cultura?

—Primero tendríamos que ver que los artistas tienen el papel de creadores y gestores de su trabajo. Los creadores no son burócratas, pero sí tienen que ser tomados en cuenta, consultados para que las políticas culturales vayan avanzando. Las políticas culturales las forma la población, debemos buscar que estas consultas ocurran, sean dinámicas y reales para que funcionen.

¿Los creadores están agrupados para evaluar la decisión de crear una Secretaría o un Consejo de cultura?

—Hay que hacer una autocrítica de los gremios de músicos, teatreros, cineastas. No logramos vincularnos, no dialogamos con nuestro contexto histórico, ni con el presente. Nos hace falta tener posturas políticas. Estamos en nuestras burbujas, apartados. Esa sería una crítica para nosotros.

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