lunes, 1 de marzo de 2010

Carnaval y Bacanal


Carnaval y Bacanal
Raúl Rivera M. / Subterráneos

Actualmente una bacanal es sinónimo de una orgía, con mucho tumulto y desorden. En el mundo griego y romano, las bacanales eran fiestas en honor a Baco (dios mitológico romano) ó Dioniso (dios mitológico griego), en éstas celebraciones se bebía sin medida. Las sacerdotisas organizadoras de la ceremonia se llamaban bacantes y el nombre ha quedado asociado a las orgías romanas.

El rito contenía muchos elementos salvajes y arcaicos, como despedazar a animales vivos y comerlos. Pero también mucho contenido erótico: Eurípides cuenta que pasaban noches enteras las mujeres bailando desnudas, excitadas en una sustancia y no sólo alcohol.

Se suponía que dichas prácticas fomentaban la fertilidad, y las matronas hacían de sacerdotisas proporcionando alcohol y alucinógenos a las jóvenes. La leyenda afirma que recorrían los bosques insinuándose y lastimando a los hombres que encontraban. La danza de las ménades era el rito central de las ceremonias.

En cuanto al rito de despedazar animales, representaba a Baco siendo devorado por los titanes. Según la mitología, este hecho permitió a los titanes tener una chispa de divinidad. Así el hombre, que tiene una parte divina y otra terrestre, al comer al dios Baco intentaba ser más divino. En algunos estudios antropológicos el rito cristiano de la eucaristía, el comer la sangre y la carne de Cristo, debe ser entendido con todo el sentido antropofágico que implica, y su origen se podría encontrar en las bacanales.

Para cuando el cristianismo se impuso, la bacanal no desapareció, continuó como el único rito dionisiaco en el calendario religioso, pero como el preámbulo a la cuaresma ó periodo de preparación para los creyentes de la pasión de Cristo.

Dejando de lado la etimología de la palabra carnaval, su existencia representó y representa un punto de fuga en el que el pueblo se puede mofar de sus gobernantes, disfrazándose de ellos o quemando sus efigies.

Cada pueblo occidental le dio su toque, haciendo que en algunos lo tradicional sean las mascaradas, en otros el travestismo y los actos homosexuales o una elaborada coreografía de bailes o las esporádicas expresiones eróticas.

Fin del carnaval.
“Un día, a la ciudad de Roma llegó un pastor gritando y llorando, al preguntarle un soldado el porqué de su tristeza este le dijo que un niño le dijo en los jardines de Arcadia que comunicara al mundo que el dios Pan había muerto. Para los padres cristianos esa era la seña del fin del mundo antiguo y el paganismo.”

Fuentes: Enciclopaedia Britannica, tomo 2. London, England, 1988.

Altieri, Angelo. Historia del Imperio Romano, México, 2000.

No hay comentarios: