10 discos excelsos de la música sin fronteras

10 discos excelsos de la música sin fronteras

Juan Carlos Hidalgo

 

Hoy no quiero polemizar ni entrar en hondas disertaciones. Existe una gran cantidad de música que no conoce de fronteras ni pasaportes que nos llena de gracia y a la que hay que recomendar por el sólo hecho de existir. Hay tanto por escuchar que mejor llenemos nuestras mentes de sonidos inmensos.

 



Afrocubism

Afrocubism (2010)

En 1996 Nick Gold y Ry Cooder quisieron reunir a músicos de Malí con los cubanos, pero la falta de visas malogró el proyecto y en su lugar hicieron el Buenavista Social Club. Apenas el año pasado se dio el esperado encuentro y los resultados son excelentes. Ambos entornos aportan lo suyo (lástima que varios de los originales colaboradores hayan fallecido antes).

 

Kevin Johansen

En vivo en Buenos Aires (2010)

Nacido en Alaska de padres argentinos, criado alrededor del mundo, este multi-instrumentista rebosa de grandes letras, sentido del humor e inteligencia. Se define como un músico des-generado y en esta grabación en directo demuestra que ningún ritmo se le resiste. Con desenfado, hace gala de amplia cultura y actitud libérrima.

 

Choc quib town

Somos Pacífico (2007)

Los ritmos tradicionales de la costa Pacífica colombiana, tales como bunde, currulao o bambazú se encuentran con el funk y el hip hop. El trío se ha convertido en un renovador del acervo tradicional de su región y un producto de exportación. Toda su propuesta da cuenta del poder mestizaje y de que el país es potencia musical mundial.

 

Chicha libre

Sonido Amazónico (2008)

Un par de franceses melómanos viajaron a través del Perú y quedaron fascinados por la chicha –especie mutante de cumbia- y su acercamiento al rock psicodélico. Se establecieron en Nueva York, formaron una banda con instrumentos vintage, su bar y disquera propia. El resultado casi es imposible de describir, pero es vibrante.

 

Ojos de brujo

Barí (2002)

Sí alguna agrupación contribuyó de manera decisiva a catapultar al flamenco hacia el futuro, esa fue Ojos de Brujo desde Barcelona. Se abrieron al hip hop, a los haceres de un Dj y luego asimilaron hasta Son cubano. Todo en ellos es un mosaico multicultural lleno de garbó y salero. La idea de lo mestizo no sería lo mismo sin este combo que por estos días se despide.

 

Toumani Diabaté y Ali Farka Touré

In the Heart of the moon (2005)

Touré es ya una leyenda del blues del desierto; pocos como él para extraer sonidos ancestrales a la guitarra. Es el maestro, mientras que Diabaté le aprende mientras se encumbra en la ejecución de la kora (una especie de arpa). Se trata de un disco exquisito, grabado en Bamako –la capital de Malí- con miras a convertirse en algo eterno.

 

Enrique Morente

Morente sueña la Alhambra (2005)

Desde la construcción más simbólica de Granada, Morente se erige como un cantaor mítico y su arte jondo se asocia con textos de San Juan de la Cruz, María Zambrano, Luis Cernuda y otros tantos. No se trata sólo de música sino del génesis de una experiencia metafísica que conmueve y cala hondo dentro de la experiencia humana. ¡Cómo extrañamos Morente!

 

Shantel

Bucovina Club Vol. 1 (2003)

Desde su centro de operaciones en Alemania, Stefan Handel inició como Dj para luego armar una orquesta completa. Contribuyó de manera decisiva a la valoración masiva de la música de los Balcanes, aunque hizo trampa –la combinó con electrónica bullanguera-. Sus recopilaciones se extendieron no sólo en Europa sino que sonorización las fiestas de Oriente medio y muchos lados más.

 

Konono No.1

Congotronics (2004)

Este nutrido grupo de República Democrática del Congo no tenía cómo electrificar su sonido y atender las peticiones de la provincia. Recurrieron a un amigo mecánico y sin querer obtuvieron un sonido chatarrero que los consagró. Electrónica rústica hecha con bocinas viejas y micros de caña, en la que predomina el likembé (piano de pulgar).

 

Goran Bregovic

Alkohol (2008)

En estos años, si alguna región geográfica pasó del desconocimiento general al culto masivo, esa fue Los Balcanes. De repente, el vox populi se interesaba por la onda gitana y este hombre se erige como prueba viviente de que la convivencia pacífica es posible (nació en la actual Bosnia-Herzegovina, de padre croata y de madre serbia).  Cuenta con una obra monumental que lo avala.