jueves, 1 de diciembre de 2011

Héctor Bonilla deja críticas a la civilización



Foto: Wendy Pardo/Subterráneos

El actor acusó falta de organización en el Festival Internacional de Teatro

Héctor Bonilla deja críticas a la civilización


Hugo Cabrera
* La empatía con el espectador se da por las contradicciones de un personaje, por eso la obra más importante de la literatura es El quijote de la Mancha, todos somos el Quijote y todos somos Sacho

Puebla, Puebla. El actor Héctor Bonilla, con 50 años de trayectoria, representó a un empresario corrupto, pederasta, obstinado en construir unas torres de cristal sobre una plaza histórica, en la obra La Civilización, acto que sirvió para que manifestara su sentir sobre su percepción de descomposición social que se vive en México: “Estamos inmersos en una crisis siniestra, sin esperanza pronta de una recuperación de la credibilidad del quehacer político. Manifestar una posición es muy importante”.

El actor Héctor Bonilla, quien ha participado durante su trayectoria en más de 100 puestas en escena, habló sobre su personaje al responder a la pregunta: ¿encontró algo de humano en estos políticos corruptos?

Esto lo afirmó categóricamente cuando dijo: “a un personaje lo hacen en sus contradicciones, esos personajes que vemos en la televisión, con colmillos retorcidos, los buenos con carita de ángel son inverosímiles. La empatía con el espectador se da por las contradicciones de un personaje, por eso la obra más importante de la literatura es El quijote de la Mancha, porque todos somos el quijote y todos somos Sancho. El personaje que represento tiene la idea de construir un edificio de cristal en una plaza histórica, y esa es su forma de comunicarse con dios y aparece dios porque está tocado de muerte, padece una enfermedad. Esa es su contradicción. El personaje tiene diálogos con otro político, católico, corrupto. En un monólogo importante, el personaje habla de principios que muchos tienen pero que nadie cumple. Hace un manifiesto de principios, esos no tienen los políticos para corromperse y coludirse”.

 

Fallas de organización

“No estoy hablando mal de los poblanos, ni del festival, sino de este problema endémico de desorganización que tenemos los mexicanos”, advirtió Héctor Bonilla antes de platicar la experiencia que tuvo su esposa Sofía Álvarez, su hijo y su directora teatral, al asistir a la puesta en escena del grupo Krapp, el pasado sábado.

“Las circunstancias en las cuales se presentó la obra del grupo Krapp fueron patéticas. Había un bazar cerca y la gente no podía escuchar nada a los actores. Es bien importante tener la ambición crear un Festival Internacional, pero hay que aplicarnos de mejor manera. Los compañeros de Krapp no se van a llevar una buena impresión de México y Puebla. Insisto, no es algo privativo de un sector político, es un mal endémico. Los invito a que nos organicemos de mejor manera”, concluyó.

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