miércoles, 7 de abril de 2010

Porcupine Tree rock progresivo concebido en la fantasía


Porcupine Tree rock progresivo concebido en la fantasía

Por: América L. Méndez Osorio/ Subterráneos


Puebla, Puebla. 28 de marzo 2010. Steve Wilson, ¿quién puede ser él? Quizá un economista, un trabajador de oficina o un bohemio que ha encontrado en la fantasía y la creatividad su modus vivendi. En 1967 en Londres nace Steve Wilson, un músico capaz de amalgamar en una producción discográfica géneros como el metal, la psicodelia, el pop, el ambient y el rock progresivo, con letras que nos dejan ver la desazón de la raza humana como “Lázaro”: “He sobrevivido en contra de mi malintencionado amigo, pero en el ensordecimiento de mi mundo el silencio se quebró…”


A la edad de 20 años Wilson concibe una fantasía: crear una banda de rock ficticia que emulara a los grandes del progresivo como Pink Floyd; el objetivo no era rendir tributo a las bandas, sino crear una sátira de ellas. En este proyecto, Steve es acompañado por su amigo Malcom Stocks, entre los dos crean una biografía artificial de la banda, la cual destaca que los “integrantes del grupo” se conocieron en un concierto de rock en la década de los 70. Pero faltaba una pieza en esta biografía, y era el nombre de la banda Porcupine Tree.


Wilson se tomó tan enserio su fantasía que creó en 1989 un disco de Porcupine Tree titulado “Tarquin's Seaweed Farm", el cual llegó a manos de la revista Freakbeat y por su sonido psicodélico decidieron incluir un par de canciones en un álbum recopilatorio de música underground de la disquera Delerium. Para 1991 lanzan su primer disco oficial “On the Sunday of Life…” y para ese entonces el juego ya tenía bastantes tintes reales, y lo único que faltaba para hacer tangible a la banda era una gira. En 1993 la banda programa su primer tour y para ello Wilson recluta a Richard Barbieri como teclista, Colin Edwin como bajista y Chris Maitland en la batería. Tras esa gira, Porcupine Tree se consagra comercialmente; para muchos críticos y fans eran los Pink Floyd de los 90 (cuestión que siempre negaron PT).

Ese buen chiste llamado Porcupine Tree ha dado como resultado un sonido distante a Pink Floyd y ese lo han demostrado a lo largo de sus diez discos de estudio. A finales de 2009 editaron su último disco titulado “The Incident”. El título del álbum nos lleva a una anécdota mística-dolosa de Wilson mientras se encontraba atascado en el tráfico: “Había un cartel que decía “Policía – Incidente” y todo el mundo empezó a aminorar la marcha para ver lo que había sucedido.

Más tarde se me ocurrió que ‘incidente’ es una palabra muy ajena a algo tan destructivo y traumático para las personas involucradas. Y entonces tuve la sensación de que el espíritu de alguien que había muerto en el accidente entró en mi coche y estaba sentado a mi lado”. (www.hipersonica.com)


Si usted no concibe que una banda artificial que se haya convertido en un referente del progresivo, lo insto a que vaya este 13 ó 14 de abril al Teatro Metropólitan y sea parte de la gira mundial de Porcupine Tree. ¿Qué factores hay que tomar en cuenta? 1) El costo del boleto que oscila entre 340 a 1040 pesos con recargo. 2) La compañía, de preferencia vaya solo, así nada más paga su boleto y no el del gorrón. 3) El clima, de eso dependerá su look el día del concierto 4) El transporte, le recomiendo busque la línea de transporte más barata (100 pesos) y cuando esté allá vaya a la ayuda turística y pregúntele a la muchacha (esa que gusta de hacer ejercicios en las mandíbulas y para ello utiliza un chicle durante las 8 horas laborales) que cómo le hace para llegar al Teatro Metropólitan en metro, así se ahorrará como 70 pesotes de taxi. Ver a Porcupine Tree es una experiencia surreal, pero el costo es tan real que más le vale seguir ahorrando, y si no le alcanza el dinero… puede imaginar que los ve en vivo, al fin y al cabo, la naturaleza de la banda nace de la ficción.

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