jueves, 17 de febrero de 2011

Botellos convocarán a “una chaqueta por la paz”


Los Botellos — El Cucurrucucú, El Uyuyuy y El Mastuerzo— hojeando el Directorio Poblano de Producciones Independientes Poblanas. Autor Hugo Cabrera/ Editado Subterráneos y Pacmyc. Foto: Wendy Pardo/ Subterráneos

Es mejor tratarnos con amor y proponemos a un acto de placer
Botellos convocarán a “una chaqueta por la paz”

Hugo Cabrera/ Subterráneos

* Pasaron más de dos décadas para que el trío precursor del rock en español se presentará de nueva cuenta en Puebla. Proyectan hacer un nuevo disco y llevar el Guacarock a Europa

Puebla, Puebla, 4 de febrero 2011. Pasaron más de dos décadas para que la banda de rock en español Botellita de Jerez —integrada por Sergio Arau, Armando Vega Gil y Francisco Barrios—, regresara a Puebla a tocar. Fue en 1988 cuando Arau se separó de la banda y aunque Botellita de Jerez continuó, los integrantes originales se volverían a ver hasta el año 2005. Ahora, “Los Botellos” tienen planeado su futuro promoviendo su película Plan B, proyectando un nuevo disco, viajar a Europa y hacer una convocatoria a nivel nacional llamada: “Una chaqueta por la paz”.

En doble sesión de entrevista, Los Botellos no dejaron de hacer reír a presentes y escuchas. La ironía, anécdotas, recuerdos de Tin Tan, Chava Flores y su necedad por hacer rock en español, fueron el motor de bromas y chascarrillos que convirtieron la conferencia y concierto en un espectáculo cómico musical.

¿Por qué seguir tocando?

Armando Vega Gil: Tocamos para que nos quieran, hay un cariño muy chido del público. Entre muchas cosas otras cosas, tocamos para que nos quieran. Lo único que nos falta es morir. Queremos hacer un viaje a Europa, hacer un nuevo disco, una Guacaópera.

“Vamos a hacer un manifiesto convocando a todos los seres humanos a ‘una chaqueta por la paz’, ¿para qué a golpes si se puede hacer algo por la paz? A los diputados les pediremos, a los hombres y mujeres. Nos vamos a juntar en el zócalo del DF el 21 de marzo, mirando a Pino Suárez, (risas). Si no, donde los agarre a las 8 de la noche, en el metro. Pediremos que se hagan “una chaqueta por la paz”, la convocatoria la haremos por facebook, twitter y se filtrará por Guacalinks (Risas).

Después de Botellita de Jerez te metes al cine con la cinta Un día sin mexicanos, pero luego regresas a la banda y filman el documental ficticio…

Sergio Arau: El regreso con Botellita fue como en abonos, pero fue muy amoroso también. Nos vimos en el noventa y siete, después de casi nueve años de no tocar juntos, en un concierto en los Ángeles California de una estación de radio. Allí nos volvimos a juntar, aunque yo la verdad estaba muy enojado porque no me avisaron que iba a tocar Botellita de Jerez, pero cuando llegué al concierto y los vi, me dio tanto gusto que nos abrazamos y fue buenísima onda. Entonces me invitaron a la despedida. Entonces, cuando nos quedamos los tres y tocamos en el Último Guacarrock en el Metropólitan, la vibra y el público se pusieron como locos, tanto que cuando termino el concierto dijimos: ¿Oigan a lo mejor habría que tocar otra vez, no? Y en 1999 hicimos una gira de un mes, allí fue cuando comencé a grabar (en video). Andaba con mi camarita por todas partes grabando toda la gira, la idea original era hacer un cortito de cinco o diez minutos y subirlo al internet, pero pues ya ves, como somos de creativos, acabó en película.

¿Emocionalmente que los hace regresar?

Sergio Arau: (Sonrisas) Nos queremos un chingo. Habíamos vivido tantas cosas. En 1985 tocamos 365 veces al año. Tenemos millones de anécdotas, desde el primer día que nos juntamos compusimos el “Charocanrol”, la química ahí está.

¿El rock mexicano sigue siendo la retaguardia del rock mundial?

Armando Vega Gil: A Javier Batiz una vez le preguntaron ¿Porqué no cantas en español? Respondió que no lo hacía —en tono despectivo— porque sonaría a Tin Tan. Nosotros dijimos, que queríamos cantar en español para sonar a Tin Tan.

“Otra vez, en una de tantas versiones de Cristal y Acero se subieron al escenario y dijeron que tocarían un rock progresivo. Nosotros por chingar dijimos, vamos a tocar un rock regresivo (Risas). Y sí, el rock mexicano sigue en un estado de retaguardia (risas).

¿Cómo se veía el concepto del naco en los ochentas?

Sergio Arau: Nosotros sentimos que estamos muy identificados con la mayoría de la gente, con los de abajo. Cuando salió Naco es Chido, título del disco, fue porque lo tomamos de “Black is beautiful”, término usado con una muy mala intención, una carga racista y clasista. Nosotros quisimos darle la vuelta a esto y por eso Naco es Chido fue nuestro grito de batalla.

¿A qué te remite la palabra Rocotitlán?

Sergio Arau: Es una cuestión técnica, así le decían los aztecas —durante el Imperio Azteca— a los lugares donde se escuchaba rock. Creo que Fox ya borró eso en los libros de texto.

¿Cuál es la escancia de sus conciertos ahora?

Sergio Arau: Ahorita, por la edad de los tres, cada tocada de Botellita de Jerez tiene el atractivo de que cualquiera puede morir de una insuficiencia cardiaca, del hígado o de un pasón de cemento o algo así. Pero si yo soy el que llegara a caer muerto, que se corra el rumor de que fue una sobredosis, porque ser rockero y morir de anciano está un poco feo.

No hay comentarios: